Actividad en Granada 1

                                                                         El barrio del Sacromonte

En la colina de Valparaíso, separada de la Alhambra por el río Darro, se encuentra el barrio del Sacromonte, un lugar privilegiado desde el que contemplar la milenaria fortaleza nazarí. Pero esta barriada del distrito del Albaicín salpicada de blancas casitas encaladas entre pitas y chumberas es mucho más que un mirador: hogar tradicional de los gitanos granadinos, que la han habitado en cuevas desde el siglo XVI, es uno de los rincones más pintorescos de Granada, foco de atracción para viajeros y bohemios que desde hace siglos buscan las leyendas y tradiciones que se entreveran en cada esquina con su sencilla vida cotidiana.

Una de ellas, la del llamado Barranco de los Negros, explica el origen de las casas-cueva del barrio: se dice que, tras la conquista cristiana de Granada en 1492, muchos nobles árabes enterraron sus tesoros en las colinas y huyeron pensando en volver algún día. Sus esclavos, la mayoría de ellos de raza negra, se enteraron del plan y tras ser liberados subieron a Valparaíso a intentar encontrar las riquezas. Excavaron grandes agujeros en donde nunca encontraron nada, pero que por lo menos les servirían de vivienda de ahí en adelante. Para quienes creen en esta leyenda, el tesoro todavía sigue aquí, oculto en algún lugar bajo tierra.

Con el tiempo, los negros se mezclaron con la nómada etnia romaní, que ha acabado siendo el pueblo distintivo del Sacromonte. A ellos se les deben las famosas zambras gitanas, un espectáculo de cante y baile que atrae cada noche a cientos de turistas a las famosas cuevas en las que se desarrolla. Procedentes, al parecer, de un antiguo rito prenupcial de los moriscos granadinos, las zambras han sido integradas en la cultura gitana y dadas a conocer por grandes familias del flamenco como los Maya o los Heredia, que son propietarias de locales con mucha solera como la Cueva La Rocío (Camino del Sacromonte, 70) o la Zambra de María la Canastera (Camino del Sacromonte, 89).

En lo alto de la colina de Valparaíso está asentada desde el siglo XVII la Abadía del Sacromonte, un lugar de peregrinación construido después del descubrimiento a finales del siglo XVI de las reliquias de San Cecilio –considerado el primer obispo de Granada, aunque en realidad lo fue de la desparecida Ilíberis en torno al siglo I- y otros discípulos del Apóstol Santiago. También se hallaron aquí unas placas de plomo escritas en árabe, conocidas como los Libros plúmbeos, que relataban el martirio de aquellos santos. Este complejo histórico-religioso está integrado por las Santas Cuevas, donde supuestamente los romanos torturaron y quemaron a San Cecilio, la propia abadía y un museo donde pueden verse algunas de las famosas placas de plomo e interesantes incunables como un ejemplar de Generalidades sobre la Medicina de Averroes, una carta de Pizarro al Emperador Carlos V y un mapamundi de Ptolomeo.

Cada primer fin de semana de febrero, los granadinos suben a la Abadía del Sacromonte para homenajear a San Cecilio, patrón de la ciudad, mientras que en Semana Santa, el lugar vuelve a llenarse de gente que viene el Miércoles Santo a sacar en procesión al llamado Cristo de los Gitanos, una talla de Jesucristo crucificado de 1695 que está en la iglesia de la abadía. Para todo aquel que quiera conocer mejor la historia, tradiciones y folclore de este legendario barrio granadino del Sacromonte, se recomienda hacer una visita al Museo-Centro de Interpretación del Sacromonte, situado en el Barranco de los Negros.

APARTAMENTO CASTILLO GRANADA

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